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¿Altruismo Afectivo o Altruismo Efectivo?




¿Emoción o razón? Dos caminos hacia el altruismo


La mayoría de la gente empieza su tarea de ayudar a los demás a partir de lazos afectivos y de empatía y compasión hacia su familia y sus amigos. En estos círculos, los seres humanos somos seres sociales, gregarios, y frecuentemente generosos hacia los demás. Estos círculos mínimos de empatía se pueden llegar a ampliar a otros círculos mayores través de instituciones sociales, como la iglesia, el estado, y las organizaciones filantrópicas. Estos son criterios sociales, solidarios o humanitarios de la ayuda.


Por otro lado, el Altruismo Eficaz nació como un movimiento que cuestiona el "simplismo de las meras buenas intenciones" a la hora de ayudar a los demás, ya que sostiene que se puede hacer mucho más por mejorar el mundo si canalizamos nuestras emociones utilizando la razón hacia causas de alto impacto positivo. El Altruismo Eficaz propone usar estudios científicos y razonamiento cuidadoso para averiguar cómo ayudar a los demás lo más posible con los recursos que tenemos. Además, desde una perspectiva de la filosofía moral, para ello propone un criterio de imparcialidad, donde la importancia de las personas no está ligada a criterios afectivos, que tienden a estar sesgados hacia los que son más similares a nosotros. Desde esta perspectiva, tenemos una visión científica y cuantificadora, que trata de maximizar los beneficios de la ayuda por el menor coste.


Sin embargo, este movimiento a su vez recibe críticas por resultar frío y calculador. La imparcialidad y la objetividad no tiende a ser algo que nos mueve a actuar de la misma forma que nos mueven la empatía y la emoción hacia los seres más cercanos. En este artículo queremos profundizar sobre estas ideas, exponiendo y evaluando algunos de los pros y las contras de lo que podríamos llamar el Altruismo Afectivo contra el Altruismo Efectivo. A partir de esta discusión, desarrollaremos una visión que nos permita sintetizar los puntos fuertes de ambas perspectivas.


Ventajas del Altruismo Afectivo


Motivación y emoción

Muchos activistas se sienten llevados a hacer algo por la situación actual del mundo, esto les lleva a manifestarse y a actuar a favor de causas que les afectan, afectan a sus amigos o familia, o son afectados por las tragedias humanas que conocen o ven en la televisión. Es bastante claro que una ventaja del Altruismo Efectivo es que emocionalmente lleva a la acción a través de la emoción. Asimismo, también obtenemos con ello ciertas sensaciones agradables y positivas al sentir que estamos ayudando a los demás.


El Altruismo Afectivo no requiere profunda reflexión, y permite a alguien entrar a la acción de inmediato, sin tener que planificar las intervenciones para procurar tener el mayor impacto posible.


No debemos considerar esto como una ventaja menor. Esta fuente de motivación es muy importante, pues probablemente la mayoría nuestras acciones son motivadas por este tipo sensaciones afectivas. De una forma similar a cómo bebemos cuando tenemos sed, ayudamos cuando sentimos empatía. Como seres fuertemente sociales que somos, la otra persona lo agradece, y nosotros también nos sentimos felices por ser de ayuda a los demás.


Desventajas del Altruismo Afectivo


Sesgos morales

La mayoría de la gente ayudan solo a los que los rodean, como su familia, amigos, o como mucho a la gente de su país. Sin embargo, si tenemos una vida acomodada, una vida con televisión y aire acondicionado, deberíamos considerar en serio la enorme oportunidad que tenemos para hacer mucho más por aquellos que no han tenido la oportunidad de tener todo esto. Mucha gente que vive en la pobreza extrema vive con el equivalente a menos de dos dólares al día. Mucha de esta gente pasa hambre, sufre mucho debido a las enfermedades, y hace lo que puede por salir adelante. Estas personas apreciarían mucho una ayuda mediante alguna de las organizaciones filantrópicas recomendadas por GiveWell, a las cuales se puede donar a través de Ayuda Efectiva.


Además de esto, existen otros sesgos que nos llevan a ayudar más a aquellos que se parecen a nosotros, como:

  • Los sesgos espaciales/geográficos, por los que ayudamos más a los que están cerca, a pesar de que hay gente en otros lugares del mundo que es mucho más pobre.

  • Los sesgos temporales, por los que ayudamos más a la gente actual que a las generaciones futuras, despreciando el rol que esto desempeña en problemas presentes y futuros como el cambio climático y la prevención de riesgos catastróficos y existenciales.

  • Los sesgos culturales por los que ayudamos más a nuestros co-nacionales y a gente de una cultura similar, aunque nuestra cultura haya sido adquirida según nuestro lugar de nacimiento.

  • Los sesgos biológicos, por los que ayudamos más a los seres humanos que a otros seres sintientes, a pesar de que muchas veces estos últimos sufren mucho más.

  • Insensibilidad de alcance y a los números, por lo que psicológicamente daríamos la misma cantidad por ayudar a cien personas que por ayudar a un millón de personas, ya que no somos capaces de conceptualizar tal diferencia correctamente.


La Mentalidad de Soldado: defensividad sobre nuestras causas

La mentalidad del soldado hace que siempre defendamos nuestras causas al convencernos de ellas, estemos en lo cierto o no sobre lo que defendemos.


Pero a veces se puede demostrar que ciertas formas de activismo bien intencionado están equivocadas. Por ejemplo, hay movimientos activistas que realizando actuaciones ineficaces, inadecuadas, o radicales en ocasiones han dañado el movimiento social a los ojos del público, con lo cual, a pesar de que esos activistas tenían buenas intenciones, esas acciones han tenido consecuencias negativas a largo plazo.


Otras veces el error más simple, como puede ser invertir mucho dinero y esfuerzo en causas que mejoran el mundo ligeramente, cuando se podrían invertir esos mismos fondos en mejorar el mundo mucho más. Un ejemplo de esto es cuando nos enfocamos en como el bienestar de las mascotas, cuando hay miles de millones de animales en granjas industriales encerrados en un espacio muy pequeño de por vida, y por los cuales se hace mucho menos.


Autoengaño

Todos los fundadores de una empresa piensan que su empresa tendrá éxito. Si no lo pensasen, no la fundarían. Los fundadores de una empresa piensan que tienen entre 70% y 100% de probabilidad de éxito. Sin embargo, en realidad solo alrededor del 10% tiene éxito. [1]


Mostrar confianza en tu producto hacia los demás en el terreno público suele ser ventajoso. Sin embargo, a pesar de que la automotivación es importante, fomentar esta motivación a base en engañarnos a nosotros mismos puede ser peligroso. El Altruismo Afectivo tiende a caer en autoengaños llevados por sensación y automotivación de hacer algo grande por cambiar el mundo.


La emoción también nos puede llevar a autoengañarnos y pensar que estamos cambiando la sociedad, cuando en realidad el cambio que conseguimos hacer es pequeño. A veces confundimos lo que ocurre en nuestras vidas a un nivel personal con lo que está pasando en la sociedad en general.


Ventajas del Altruismo Efectivo


La Mentalidad de Explorador: una imagen certera de cómo es el mundo

Si la mentalidad de un Altruista Afectivo es la del soldado convencido por su causa, la mentalidad del Altruista Efectivo es la del explorador ("scout"), en la que siempre se está mapeando el terreno cuidadosamente para así reportar sus hallazgos al grupo antes de proceder a la acción. Para esto, el explorador vislumbra más lejos, tratando de predecir la causa de sus acciones, para así poder llevar a cabo la ejecución del proyecto lo mejor posible.

Esto se lleva a cabo a través de una mentalidad cuantificadora, donde trazamos planes y hojas de ruta. Así, no podremos excusarnos diciendo que tuvimos éxito independientemente del resultado o los logros que obtengamos, mejorando así nuestra eficacia y nuestra rendición de resultados y cuentas ("accountability") frente a los demás.


Mucha gente podría decir: "El objetivo de este proyecto es aumentar el bienestar de la gente", lo cual es una meta vaga y mal definida. Sin embargo, en su lugar deberíamos decir "Proveeremos de agua potable a dos mil personas antes de fin de año, esto se logrará obteniendo fondos de X, y se ejecutará con el apoyo de la agencia Y...". De esta forma, no podremos excusarnos de que si proyecto salió mal. Lo cual nos permitirá averiguar ¿podría haber salido mejor? ¿Hay otros proyectos que valen más la pena?


Donaciones sustanciales

Cuando la mayoría de la gente dona a una persona en la calle, a su iglesia, o a alguna organización filantrópica, suelen ser unas monedas o una cantidad de dinero bastante reducida.


A diferencia de esto, muchos Altruistas Efectivos se dan cuenta de que están en la posición privilegiada, en dos sentidos. Uno, porque debido a factores arbitrarios y fuera de nuestro control, no hemos nacido en la extrema pobreza. Y dos, porque estar en esta posición de riqueza relativa frente al 90% de la población mundial nos concede el privilegio de poder ayudarlos mucho más de lo que podríamos ayudarlos de otra manera.


Para ello, mucha gente apoya donar una parte sustancial de su salario a causas de gran impacto positivo en el mundo. Organizaciones como Giving What We Can, The Life You Can Save y otras apoyan este tipo de acciones, creando una comunidad de gente que se esfuerza en donar a las causas de mayor impacto positivo posible.


Además, las donaciones que podemos hacer no solo son monetarias, sino que también pueden ser de tiempo o de trabajo. En este sentido, mucha gente dedica su profesión a hacer del mundo un lugar mejor focalizándose en colaborar en las causas morales más necesarias e importantes de nuestra época.


La imparcialidad moral lleva a un mayor impacto real

Si ayudamos a alguien en la vida cotidiana no podemos estar seguros de si estamos teniendo un efecto sustancial o que perdure en el tiempo. A diferencia de esto, el Altruismo Efectivo nos permite ser verdaderos héroes para los demás, como el sueño que muchos teníamos cuando éramos niños o adolescentes. Si cumplimos con un criterio de imparcialidad moral, como ayudar a gente con dinero focalizado correctamente en los países más pobres, esto nos conduce a un impacto moral hacia los demás que puede ser cien veces superior a una donación promedio.


De esta forma, nuestro compromiso moral, nuestra dedicación profesional y nuestra ayuda efectiva nos permite salvar la vida de personas o contribuir a mejorar o incluso de cambiar el mundo de una manera sustancial.


Obteniendo efectos multiplicadores

Si aumentas tu productividad hasta un 130%, y también mejoras el foco de tu impacto de manera que logras un 200%, y además te reúnes con una red de gente motivada de manera que tus contactos te ahorran gran parte de tu tiempo y esfuerzo, se obtiene como resultado una combinación de ventajas que mejoran tu impacto.


La enorme ventaja es que todos estos factores son multiplicadores tienen efectos sobre los demás, por lo que aumentarlos multiplicará tu impacto en el mundo.


Desventajas del Altruismo Efectivo


Un nivel de compromiso fuerte, que no se tiende a corresponder con el nivel de motivación emocional

Si bien el Altruismo Eficaz no determina el nivel de compromiso con el movimiento altruista, mucha gente viene al movimiento con un nivel de compromiso moral fuerte, o lo adquiere a través de rodearse de otra gente que quiere mejorar el mundo lo más posible. Esto, en muchos casos, puede llegar a requerir cierto nivel de sacrificio personal, como motivarte a hacer cambios sustanciales a tu carrera, y por lo tanto, mudarte a otro país para trabajar en una organización que se dedica a una causa de alto impacto. También te puede llevar a tener menos tiempo libre, deshacerte de hobbies que precisan invertirles mucho tiempo o dinero, así como también requerir cierta mentalidad de emprendedor para iniciar organizaciones altruistas nuevas e innovadoras.


Esto es muy positivo a nivel global, ya que te permite mejorar la vida de los demás. Es profundamente altruista, y se deriva de un principio de imparcialidad moral, donde no nos consideramos más importantes que los demás.


Sin embargo, este nivel de exigencia es muy alto. Como dice Larissa MacFarquar en Strangers Drowning:

"Esta es la diferencia entre los bienhechores y la mayoría de la gente: los bienhechores, siempre están en "tiempos de guerra". Siempre se sienten responsables de los extraños, siempre sienten que los extraños, como compatriotas en la guerra, son su propia gente. Saben que siempre los hay personas tan urgentemente necesitadas como las víctimas de la batalla, y se consideran reclutadas por el deber.”

El impacto alto requiere planificación estratégica profunda

Si no somos cuidadosos al pensar en maximizar el impacto a lo largo de nuestra vida, dedicaremos demasiado tiempo y esfuerzo en los primeros meses o años, sacrificando nuestra salud, y nuestras relaciones con amigos y familia. Esto además nos puede llevar a quemarnos pronto ("burnout"), con lo que tampoco maximizará nuestro impacto a largo plazo o a lo largo de nuestras vidas.


Para evitar esto, es bueno pensar en cómo maximizar nuestro impacto a lo largo de nuestras vidas, y no en los próximos meses. Por lo tanto, nuestro altruismo debe ser sostenible en el tiempo.


Elitismo de impacto

Para los Altruistas Efectivos convencidos, el impacto no es proporcional al esfuerzo, sino a las consecuencias reales en el mundo. Esto puede llevar a cierto nivel de "elitismo de impacto", donde ciertas personas pueden tener un impacto desmedido en el mundo porque tienen mejores habilidades o más recursos, mientras que otras tienen mucho menos. Esto, para muchos, puede ser desmotivante y parecer injusto, si no son o no se consideran parte de esta élite que puede tener un gran impacto positivo en el mundo.


Conclusión: Sintetizando ambas perspectivas


Afortunadamente, podemos intentar establecer un camino confluyente hacia un Altruismo Afectivo y Efectivo a la vez. En este sentido, es crucial mantener la motivación originada emocional y afectivamente tratar de hacer el bien y tratar de mejorar la vida de los demás. Al mismo tiempo, debemos tener una preocupación por el impacto real y la cuantificación de nuestros esfuerzos, y el objetivo final de hacer el máximo bien posible.


Esto no es fácil, pero podemos intentar tomar los puntos fuertes de cada uno, tratando de evitar los puntos débiles de ambos. Así, si necesitamos motivación, es importante recurrir a nuestro lado emocional y afectivo para generar la necesaria empatía y poder arraigar mejor nuestro compromiso moral y social con los demás


Sin embargo, antes de pasar a la acción, es bueno saber priorizar bien entre las causas, explicitar nuestro proyecto, justificarlo ante otras personas para elucidar sus pros y contras, para ser más efectivos y obtener mejores resultados.


De esta manera podremos evitar la defensividad y los sesgos de nuestro pensamiento emocional, y al mismo tiempo mantenernos motivados. Pero también canalizaremos nuestras energías en aquellos actos que realmente sepamos que van a contribuir a cambiar el mundo de manera sustancial.


Para finalizar, os dejamos con una breve frase que la idea clave de este artículo:

"Cuando tratas de hacer el bien, deja que las emociones sean tu acelerador, y el razonamiento cuidadoso tu volante".

Lecturas recomendadas para compatibilizar el Altruismo Afectivo y el Altruismo Efectivo


Sobre el lado Afectivo

500 Million, But Not a Single More. Un breve e inspirador mensaje sobre la erradicación de la viruela.


On Caring, por Nate Soares, en el Effective Altruism Forum. Sobre nuestros sesgos cognitivos que nos impiden hacer más por ayudar a los demás.


La serie Replacing Guilt por Nate Soares en Effective Altruism Forum. Un resumen de la misma.


Purchase Fuzzies and Utilons Separately, por Eliezer Yudkowsky en LessWrong.


Framing Effective Altruism as Overcoming Indifference, por Darius Meissner en Effective Altruism Forum


Sobre el lado Efectivo

El libro The Scout Mindset, de Julia Galef y su charla TEDx, donde desarrolla las ventajas y desventajas de la mentalidad de soldado y mentalidad de explorador.



How Flawed Judgements Limit the Impact of Charitable Donations, por Shakeel Hashim, en Giving What We Can.


The Psychology of (In)effective Altruism, un estudio realizado por Lucius Caviola, Stefan Schubert y Joshua Greene, sobre los motivos que nos llevan a ayudar a los demás pero de manera sesgada o ineficiente.

 

[1] Tomo estos números de The Scout Mindset (2021) de Julia Galef, Penguin Random House, p. 21. Julia Galef cita a su vez Entrepreneurs' perceived chances for success (1988) de Arnold C. Cooper, Carolyn Y. Woo y William C. Dunkelberg. Journal of Business Venturing, volumen 3, número 2, 97-108.

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