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Introducción a los derechos de los animales - Parte I

Actualizado: 15 abr 2022



Empatía por los animales


Quizás la mejor forma de empezar a tomarnos en serio y motivarnos a actuar sobre el problema de la explotación animal no es discutir en un nivel abstracto y teórico, sino ver cómo son tratados los animales hoy en día para cuestionar nuestra manera de actuar y nuestras tradiciones hacia los animales utilizados para el consumo humano. Por lo tanto, queremos empezar por llamar la atención a las condiciones en las que viven los animales en la actualidad, así como la magnitud de su sufrimiento.


Algunas organizaciones como Mercy for Animals han llevado a cabo investigaciones sobre cómo se tratan los animales actualmente para la producción de carne, huevos y leche. El siguiente es un breve vídeo producido por Ética Animal sobre las condiciones de las granjas.

Como podemos ver en este y muchos otros vídeos, que incluso muestran situaciones mucho peores, las condiciones en las que los animales son tratados son absolutamente degradantes y crueles. [i]


En términos globales, la magnitud cuantitativa del sufrimiento animal es mucho mayor a cualquier otra cantidad de sufrimiento sobre la faz de la Tierra. Solo en Estados Unidos se sacrifican para consumo humano unos siete mil millones de animales terrestres al año. [ii] También se matan unos cuarenta y cinco mil millones de animales marinos al año. [iii]


Es decir, solo en Estados Unidos y para consumo humano, se matan anualmente unos cincuenta mil millones de animales, lo que equivale a siete veces la cantidad de seres humanos actuales en el planeta, cada año. En términos más fáciles de entender, cada hora se matan unos seis millones de animales para nuestro consumo.


En las granjas industriales y en las piscifactorías, además, a los animales se los tiene encerrados en pequeños espacios durante toda su vida, separados de sus familias, con un gran estrés y sufrimiento. Ignorar este debate ético y social que supone la explotación, sufrimiento y la vida de miles de millones de seres vivos sintientes, por lo no debe ser tomado como un tema trivial.


También debemos considerar que a diferencia de los movimientos sociales humanos, los animales no-humanos no son capaces de reclamar por ellos mismos el fin de la discriminación. No pueden comunicarse con nosotros y no pueden salir a las calles a reclamar sus derechos. Debido a ello, los animales se encuentran en una situación mucho peor que lo que fue la esclavitud, el racismo y el sexismo en el pasado, a pesar de que sufren mucho más en su explotación.


Por lo tanto, la discriminación contra los animales no-humanos no parará hasta que los humanos protestemos y reclamemos sus derechos por ellos. Es decir, que al menos una parte del grupo opresor proteste en favor del grupo oprimido. Este es un punto importante a considerar: si los dejamos a ellos mismos, no importa el tiempo, los animales nunca se rebelarán de forma organizada contra quienes los oprimen. Hasta ahora, ninguna reivindicación social de la humanidad se ha iniciado de esta manera. La defensa de los derechos de los animales constituye un nuevo precedente en la historia de la ética humana.


Más allá de la empatía


Ahora bien, la capacidad que tenemos de empatizar con los demás es limitada. No podemos empatizar con miles de millones de seres a la vez. Además, es probable que sintamos una mayor empatía por un perro o un gato, ya que convivimos con ellos a diario como mascotas, que con una vaca o un cerdo que no los solemos ver. Y ni mencionar una gallina o alguna especie de pez. Tenemos sesgos fuertes que están ligados a tradiciones biológicas y culturales de trato sistemático ante los animales.


Sin embargo, estas tradiciones no pueden ser justificadas racionalmente, igual que otras tradiciones pasadas que tampoco estaban justificadas, como el racismo o el sexismo. Cuando las hacemos pasar bajo el escrutinio racional, llegamos a la conclusión de que estas tradiciones deben ser cuestionadas.


Debido a estos sesgos y a nuestro propio tribalismo persistente y ancestral, es fácil descartar el sufrimiento de aquellos que son diferentes a nosotros, como hemos hecho en el pasado y aún hacemos con los extranjeros inmigrantes o con el sufrimiento de personas de otras razas. Este trato desigual es lo que define a un tipo de discriminación: ignorar o considerar como poco importante el sufrimiento de los demás por el hecho de ser diferentes a nosotros. Pero no por ignorarlo deja de existir.


Hasta este punto, nos hemos centrado en motivar la importancia de los derechos de los animales. A continuación daremos nuestros argumentos racionales de por qué los animales merecen consideración moral.



Expandiendo nuestro círculo de consideración moral


A lo largo de la historia de la humanidad, nuestro círculo de consideración moral se ha ido ampliando. En la era de las guerras tribales no dábamos consideración moral a nuestros enemigos, sino que debían ser eliminados. La humanidad ha esclavizado y marginado al extranjero, a las mujeres, a los grupos no heterosexuales, etcétera. Además, los que defendemos un cosmopolitismo moral consideramos que existen todavía un gran número de injusticias derivadas del arbitrario lugar de nacimiento de cada uno, y que esta situación debe ser remediada.


Hoy día, aunque aún estamos lejos de alcanzar esta igualdad en muchos de estos aspectos, afortunadamente vivimos en una época donde muchos consideramos que la gente de otros países merece que sus derechos humanos, civiles, mínimos y universales sean respetados. Pensamos que debemos acabar con la discriminación que anula la consideración de los intereses, deseos y el bienestar de los demás.


Todas estas consideraciones deben llevarnos a tomar conciencia de que nuestro pensamiento sobre la consideración moral de los demás ha sido y continúa siendo profundamente arbitrario a lo largo de la historia. En el pasado, solo ciertos grupos de hombres en los grupos socialmente dominantes tenían verdadera consideración moral, mientras que sus familias, que incluían sus hijos, mujeres y esclavos, solo tenían consideración moral de forma derivativa. Sus intereses, pensamientos, deseos o necesidades no eran considerados importantes. Muchas de estas personas eran tratadas como objetos para el uso del grupo socialmente dominante.


Actualmente, en una era donde aceptamos los derechos humanos universales, el sentir general es que los seres humanos merecen consideración moral, pero que la gran mayoría de seres no humanos no la merecen. Pero para tener una moral que pueda ser justificada racionalmente tenemos que intentar trascender nuestras tradiciones y ver más allá, y reflexionar hacia criterios que realmente sean objetivos y verdaderamente relevantes para aceptar el verdadero criterio moral de los seres en cuestión.


¿Qué seres merecen consideración moral?


La cuestión sobre quién merece consideración moral ("moral standing", "moral status", "moral patienthood") siempre tiende a suscitar muchas preguntas. Obviamente, hay observaciones empíricas importantes que hay que saber para poder opinar de forma informada sobre estas cuestiones. Por ejemplo, sobre la capacidad de tener experiencias de ciertas especies de animales. Sin embargo, en el último siglo la ciencia ha mostrado convincentemente que los animales son seres sintientes.


Además de esto, también debemos determinar qué es lo realmente importante moralmente para poder resolver este debate, y eso solo se puede realizar a través de un proceso de reflexión moral social y comunitario, donde se presenten argumentos y contraargumentos para delinear aquellas consideraciones que son decisivas como no arbitrarias y más importantes. ¿Qué es lo que da valor moral intrínseco (y no meramente instrumental) a un ser viviente? ¿Qué es lo que confiere valor moral a los seres vivos, tanto humanos como animales?


En la Parte 2 ofrecemos nuestro argumento central sobre el valor moral intrínseco de los animales, conocido como el argumento de los casos marginales.


Nuestro agradecimiento a Iris Herrera de Vegetarianos Hoy por sus comentarios en el borrador de este artículo.

 

[i] Algunas imágenes sobre estos temas pueden herir la sensibilidad de algunas personas, por lo que queda a discreción de cada uno ver este tipo de vídeos para sensibilizarse. Existen vídeo más impactantes, como el vídeo de la siguiente investigación encubierta realizada por Mercy for Animals.


[ii] Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. (2014) Poultry Slaughter 2013 Summary. También se puede encontrar un desglose de los datos en AnimalClock a partir de informes recientes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

[iii] National Marine Fisheries Service. (2014) Fisheries of the United States: 2013, conversión de toneladas a unidades por Counting Animals. (2015) The fish we kill to feed the fish we eat.

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