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La grave situación de los refugiados en los conflictos internacionales

Actualizado: 15 abr 2022

"Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse." - Gabriel García Márquez

Las Causas de los Desplazamientos


La reciente invasión rusa en Ucrania está poniendo una vez más en evidencia la terrible situación a la que se han visto abocados millones de ucranianos, sobre todo mujeres y niños, al tener que dejar su casa y su país para poder huir de forma masiva de los bombardeos y de las penalidades del conflicto. La invasión ha creado un tremendo problema adicional al sufrimiento de la gente, la destrucción, la muerte y las crisis económica y humanitaria que todo conflicto provoca: la situación de los refugiados.


Unos dos millones de personas han salido de Ucrania hasta la fecha huyendo hacia los países vecinos, que, afortunadamente, hasta ahora los están acogiendo. Se calcula que pueden acabar huyendo más de cinco millones de ucranianos si el conflicto continúa.


Esta situación nos debe hacer recordar que en el mundo hay hoy día más de 27 millones de personas refugiadas, asiladas o desplazadas como consecuencia de las diferentes guerras, conflictos y catástrofes, lo cual supone un enorme drama global. No debemos olvidar que hay millones de refugiados en otros países en conflicto como Siria, Palestina, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar, Somalia y la República Centroafricana. Dos terceras partes de los refugiados provienen de los primeros cinco países citados, y alrededor de un 40% son niños o adolescentes.


En la raíz de la situación de los refugiados y solicitantes de asilo están sus causas, aquello que motiva que una persona tenga que salir de su país para poder vivir en paz o directamente evitar morir.


Las múltiples causas que motivan el exilio forzado de los refugiados de su país a otro son, entre otras:

  • las guerras y las postguerras,

  • los conflictos armados,

  • la violencia de grupos armados,

  • el terrorismo,

  • las amenazas de muerte o persecución,

  • los genocidios y etnocidios,

  • las exclusiones por razones étnicas y culturales,

  • las expulsiones en masa,

  • la falta de libertades y derechos esenciales,

  • los conflictos religiosos,

  • las crisis medioambientales como las grandes sequías e inundaciones,

  • las graves crisis económicas,

  • las crisis políticas, sociales y culturales.

Los Derechos de los Refugiados


Por todas estas causas, las personas, las familias o los pueblos se ven obligados a refugiarse en otro país donde aspiran a vivir en paz y con dignidad.


Todos los refugiados tienen el derecho de hacerlo y todos los países tienen el deber de acogerlos: el Derecho de Gentes, el Derecho Internacional y el derecho de cada país protege a todos los refugiados y solicitantes de asilo que lo precisen en su territorio. Todas las personas, procedan de donde procedan y estén donde estén, tienen siempre derechos fundamentales e inalienables.


Las leyes de todos los países del mundo deben proteger a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en todas sus formas, otorgarles los derechos jurídicos y asegurarles el imprescindible reconocimiento legal y el derecho de asilo para que logren rehacer sus vidas y, de este modo, puedan hacerlo con la necesaria dignidad, igualdad y libertad en los países de llegada y de acogida, sin riesgo a ser expulsados o deportados.


No olvidemos que cualquiera de nosotros podría ser refugiado, desplazado o asilado si las circunstancias nos obligasen a ello.


La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la Convención de Ginebra de 1951 Relativa al Estatuto de Refugiados y su Protocolo agregado de 1967 les otorgan derechos y protección universal. En este sentido, el elemento más importante es el derecho a la no devolución por parte de los gobiernos receptores, ya que devolver a un refugiado a su país de origen podría poner en peligro su vida. Otros derechos incluidos incluyen:

  • la no penalización o declaración de ilegalidad por haber realizado una entrada irregular al país,

  • poder tener un empleo remunerado,

  • la libertad de circulación dentro del territorio de llegada,

  • el acceso a una vivienda digna,

  • el acceso a una educación pública y gratuita,

  • la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los ciudadanos del país receptor,

  • el respeto a la libertad de culto y expresión cultural,

  • el acceso a la protección legal y los tribunales del país de acogida, y

  • la posibilidad de acceso a la obtención de documentos de identidad y viaje.

Y todo ello con un trato sin discriminación por el hecho de no ser nacionales del país de acogida. El estatuto del refugiado debe ser universal para poder hacer efectiva la necesaria acogida, protección y salvaguarda y el otorgamiento de igualdad de derechos ciudadanos que tienen los naturales del país.


Abordar los múltiples problemas que estas crisis humanitarias generan es un deber moral y una responsabilidad de los gobiernos y de los pueblos de todos los países.


Lamentablemente, esto no se cumple, ya que actualmente un grupo de diez países acoge a aproximadamente el 60% de refugiados del mundo. Turquía es el ejemplo más evidente, ya que acoge a más de tres millones de personas refugiados, más que cualquier otro país. Otros países que reciben gran parte de los refugiados del mundo son el Líbano y Jordania, debido a conflictos bélicos en países adyacentes (Siria y Palestina, respectivamente).


Los principios universales de los Derechos Humanos deben estar por encima del principio de la soberanía nacional de los Estados y de sus fronteras. Ello no debe constituir un dilema moral o un obstáculo legal que justifique la exclusión o la limitación de la dignidad y de derechos “de los otros” que no son como “nosotros” por diferentes razones políticas, económicas, étnicas, de nacionalidad, culturales, religiosas, sociales, etcétera.


La situación de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas por causas graves es un problema universal que desgraciadamente está agravándose e incrementándose en el mundo. Cada vez hay más personas que se ven obligadas a salir de sus países de origen por diferentes causas para irse a otros países y regiones del mundo para poder sobrevivir y vivir con la dignidad y derechos que todos los seres humanos tenemos.


Las crisis de los refugiados es un problema global que se va acrecentando, y que seguirá empeorando si no se remedian y ponen fin a las causas que las generan. Primero, contribuyendo a aminorar o erradicar las causas que provocan esta crisis y, segundo, ayudando a los posibles refugiados o solicitantes de asilo tanto en sus países de origen como en los países de llegada y de acogida.


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